Robbie de Isaac Asimov
Un cuento que problematiza el uso de robot en la crianza de una niña, la seguridad que esto conlleva y la dependencia afectiva que implicará para la misma.
¿Cuál es el límite para la inteligencia artificial? ¿Hasta qué punto los avances en la robótica y la autonomía de las máquinas ayudará al progreso y bienestar de la sociedad? ¿Realmente los sistemas cibernéticos liberarán a las personas de la realización del trabajo pesado o terminarán estableciéndose como nuevos engranajes de los sistemas de dominación?
Cada vez estas preguntas adquieren mayor relevancia, pues los avances tecnológicos en inteligencia artificial, sistemas de armamento autónomo y robótica han sido tremendamente significativos pero generados al alero de grandes corporaciones privadas y las fuerzas armadas de las potencias mundiales, por lo que no necesariamente han sido pensados para el bienestar de todas y todos.
Curiosamente, hace 80 años atrás, el ruso Isaac Asimov (1920 – 1992), escribió “Robbie”, un cuento de ficción incluido en su famosa compilación de relatos titulada “Yo Robot” publicada en 1950 y donde se abordó los límites que debiesen existir en las interacciones entre humanos y máquinas.
En sus relatos, Asimov inventa, explica y problematiza las tres leyes de la robótica, desarrollando cuentos y novelas donde estás mismas leyes eran puestas a prueba y/o transgredidas bajo especiales circunstancias. Cabe señalar que estos textos fueron escritos mucho antes de que existiera la posibilidad real de que una maquina con cierta autonomía pudiera interactuar con seres humanos.
Tres Leyes de la Robótica
- Un robot no hará daño a un ser humano, ni por inacción permitirá que un ser humano sufra daño.
- Un robot debe cumplir las órdenes dadas por los seres humanos, a excepción de aquellas que entren en conflicto con la primera ley.
- Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la primera o con la segunda ley.
Específicamente, en Robbie se problematiza el uso de robot en la crianza de una niña, la seguridad que esto conlleva y la dependencia afectiva que implicará para la misma, por lo que sin duda puede servir de punto de reflexión para el uso cotidiano de la tecnología en nuestra cotidianeidad (Internet, redes sociales, teléfonos celulares, etc.) y cómo su propagación genera aislamiento y/o deterioro de las habilidades sociales de ninños, niñas, jóvenes y adultos/as.
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Muy acertado el análisis, mas en estos tiempos en que la IA y en general toda la tecnología de uso cotidiano tiende a aislar a las personas inclusive en su entorno cercano.
Saludos
Sin duda es un tema sobre el que debemos seguir profundizando, pues avanza cada vez más rápido e impregna casi todos los ámbitos de la vida. Saludos fraternos.