La Muerte Tiene Permiso de Edmundo Valadés
Las oprimidas y oprimidos tienen el legítimo derecho a rebelarse frente a sus opresores y esta rebelión, al igual que los sueños, se hace a mano y sin permiso.
Las oprimidas y oprimidos tienen el legítimo derecho a rebelarse frente a sus opresores y esta rebelión, al igual que los sueños, se hace a mano y sin permiso. De esto trata el cuento “La Muerte Tiene Permiso” escrito en 1955 por el mexicano Edmundo Valadés y que ha sido publicado en reiteradas ocasiones por el Fondo de Cultura Económica.
La historia narra como un grupo de campesinos de la localidad de San Juan de las Manzanas, de alguna provincia de México de la primera mitad del siglo XX, asiste a una asamblea regional para expresar sus quejas frente a una comisión de arrogantes ingenieros y representantes del gobierno de turno. Específicamente dan cuenta de las injusticias y fechorías cometidas por el presidente municipal de San Juan, entre las que se debe señalar la usurpación de las tierras colindantes a su parcela, el acaparamiento de las aguas del estero, el cobro desmedido de los impuestos, la muerte a golpes de un joven campesino que denunció los atropellos y la violación de dos jóvenes muchas del pueblo.
La gente de San Juan apela a la idea de justicia y dignidad propia de las y los humildes y tan poco reconocida por la institucionalidad, proponiendo la más radical de las medidas, abriendo un debate ético sobre el derecho a rebeldía y la acción directa. En pocas páginas este cuento logra instalar otros mundos posibles y fluir la imaginación hacia el qué pasaría si nosotros y nosotras no toleráramos más los abusos y decidiéramos tomar la justicia por nuestras manos.
