Emma Goldman, una Mujer Peligrosa
¡Libertad e igualdad para la mujer! Qué esperanzas y aspiraciones despertaron esas palabras cuando se pronunciaron por primera vez.
por Jessica Hormazábal
Emma Goldman nace en Lituania (en la Rusia zarista) en 1869, desde pequeña se muestra como una niña muy inteligente y con mucho interés por los estudios, a los ocho años su padre, Abraham Goldman, de origen judío, decide enviarla a estudiar a una de las mejores escuelas en la ciudad de Koenighburg, a cargo de su tío, quien al paso de unos meses la retira de la escuela, gastándose el dinero que enviaba su padre y la pone a trabajar como sirvienta. Al volver a casa de sus padres, el negocio familiar ya no rinde como antes y desde los trece años debe comenzar a trabajar en San Petersburgo.
La joven Emma demuestra una personalidad fuerte, se cuestiona las injusticias en la forma de vivir de las y los sirvientes en comparación a sus señores, el papel de la mujer “como moneda de intercambio”, el amor y muchos otros temas. A los quince años es obligada a casarse, a lo que ella se niega, amenazando con lanzarse al Río Neva. Es por este motivo, así como también por la fuerte persecución que sufrían las y los judíos en Rusia, que Emma decide, o en cierto modo, se ve obligada a huir junto su hermana Helena hacia los Estados Unidos a la edad de dieciséis años.
Llega llena de esperanzas e ilusiones a Nueva York donde comienza a trabajar en una fábrica, al poco tiempo se casa, luego de diez meses se separa y declara “si alguna vez vuelvo a amar a un hombre, me entregaré a él sin que nos una un rabino, ni la ley y cuando ese amor muera, me marcharé sin pedir permiso”. Tras el divorcio, y ya con un vivo interés en la agitación social, es expulsada de su hogar y con una máquina de coser y cinco dólares en sus bolsillos, se dirige al Sach Café, lugar de encuentro de trabajadores/as, pensadoras/es y agitadores/as anarquistas, donde se deslumbra con el avasallador carácter del anarquista Johann Most y también conoce a Alexander Berkman, quien sería el más importante de sus compañeros. Un nuevo mundo se abre ante sus ojos.
Los hechos de Haymarket en Chicago, que posteriormente fue conocido como los Mártires de Chicago, son los argumentos que terminaron por catapultar la arrolladora personalidad y temperamento de la joven Emma y es desde entonces cuando da comienzo a su incansable lucha por los ideales anarquistas. Entre el trabajo en la fábrica, la vida social y los libros, va acumulando conocimientos y pronto se transforma en una mujer bastante culta, dando siempre énfasis en la libertad del individuo, entregando como aporte el tema de la mujer y dando por primera vez un enfoque feminista a las ardientes luchas libertarias.
La Tragedia de la Emancipación de la Mujer.
“¡Libertad e igualdad para la mujer! Qué esperanzas y aspiraciones despertaron esas palabras cuando se pronunciaron por primera vez por algunas de las más nobles y valientes almas de aquellos días”.
Para Emma, el movimiento por la emancipación de la mujer lamentablemente ha resultado un fracaso. Supuestamente, la mujer sería libre de dirigir su propio destino y aunque no pierde la esperanza en que esto se logre, sostiene que la manera en que se interpreta y pone en práctica la premisa es un error y ahora la mujer debe hacer frente a la necesidad de emanciparse a sí misma de la emancipación, si realmente desea ser libre.
La emancipación ha llevado a la mujer a una vida de autosuficiencia económica, pero sigue encadenada a los prejuicios y expectativas sociales. La mujer está enfocada en la igualdad económica con los hombres, sin pulir o resolver todo el esfuerzo que eso implica, quienes logran una profesión no son miradas de igual manera que “sus colegas” masculinos y las “jóvenes independientes” de las fábricas que tienen que llegar a sus casas a cumplir con las labores de “su dulce hogar” doblemente explotadas, agotando su vitalidad tras un duro día de trabajo. No es de extrañar que esta emancipación haga saltar ante la primera propuesta de casamiento, hartas de esta “independencia” llena de ataduras.
La verdadera emancipación debe permitir a las mujeres mantener sus cualidades individuales y requiere una transformación interna, fluyendo en libertad sin las ataduras de la competencia, el mercado y la opinión pública.
Matrimonio y Amor.
Emma sostiene que la noción más difundida sobre el matrimonio y el amor es que son sinónimos y que el origen de tal noción no está en los hechos sino, como muchas otras cosas, en supersticiones.
El matrimonio y el amor son antagónicos, puesto que el matrimonio es un acuerdo económico, mientras que el amor es espontáneo y libre. Si bien hay matrimonios que derivan del amor, el amor no solo puede afirmarse con el matrimonio. Si bien hay matrimonios basados en el amor y que mantienen el amor en la vida matrimonial, esto no ocurre por el contrato sino por las características de la pareja en específico.
En primer lugar, el matrimonio es un acuerdo económico en donde los beneficios son infinitamente pequeños comparados con la inversión. Emma dice que, en el caso de la mujer, si la compensación es el marido, ella lo paga con su nombre, su intimidad, su propio respeto y para toda la vida y que además se condena a una vida de dependencia, parasitismo, completa inutilidad, tanto individual como social. El hombre igual paga su tributo, pero a un precio mucho más bajo y más bien económico ya que este puede moverse en ámbitos mucho más amplios, el matrimonio no lo limita tanto como a la mujer.
Ahondando más en las razones del fracaso del matrimonio, argumenta que, según estudios, también se debe a las diferencias en el medio en que se desarrollan los sexos desde la infancia, convirtiéndolos en dos extraños distanciados por un muro de superstición, costumbres y hábitos. En el caso de la mujer, casi desde la infancia se le inculca que el matrimonio es su objetivo, se les prepara para ello, dice, “como la bestia muda que se alimenta para su sacrificio” y lo más extraño es que se les prepara desde lo servil, pero con el paño de ignorancia sobre sus propios cuerpos y deseos. Es muy mal visto que una mujer sepa de los misterios del sexo, es indecente, sucio y es la propia sociedad quien promueve esta ignorancia enalteciéndola como gran virtud.
En cuanto a las y los niños/as, Emma dice que el matrimonio les “protege” declarando legítimos a los que nacen dentro de éste y de bastardos a los que no, señalando que tal epíteto es poner una corona de espinas sobre inocentes que perfectamente pudieron ser concebidos/as bajo una elección libre, producto del amor bajo el desenfreno y éxtasis de la pasión. ¿Por qué esta institución tiene el derecho de degradar a mujeres y niños/as?
En segundo lugar, se refiere al amor como el más fuerte y profundo elemento en toda la vida, precursor de la esperanza, la alegría, el más libre forjador del destino humano. “¿Amor libre? ¡Como si el amor pudiera no ser libre! El hombre ha podido comprar cerebros, pero ni todos los millones del mundo han podido comprar al amor”.
Es por esto mismo que dice que el matrimonio y el amor son antagónicos, el amor al ser un sentimiento, el más hermoso de todos, fluye en libertad y crece en abundancia sin imposiciones legales ni de ningún tipo, no necesita protecciones porque en si es protección.
Maternidad.
Desde el amor también se refiere a la libre maternidad, maternidad consciente. Emma dice que mientras una vida sea creada por amor, ningún niño/a será abandonado/a, muerto/a o famélico/a por falta de afecto. Por otra parte, los defensores de la autoridad se niegan a la maternidad responsable y libre porque le robaría sus presas y desde este punto es donde es necesario el matrimonio como institución, es necesaria la mujer no emancipada e ignorante de su sexualidad y que solo sirva como una fábrica de carne en un sistema enfermo que traiga al mundo indiscriminadamente mano de obra, militares, carceleros, desgraciados seres humanos sin fuerzas ni coraje moral para librarse del sometimiento.
La mujer emancipada prefiere tener pocos y bien criados hijos e hijas a través del amor y la libre elección, dando lo mejor de sí, criando en un ambiente sano y respetuoso, sabe que la única manera de desarrollar una verdadera masculinidad y una auténtica feminidad. El amor en libertad es la única condición para formar un nuevo mundo.
Sufragio Femenino.
En este punto, Emma habla sobre cómo las mujeres somos devotas de los fetiches que nos someten ya sea la iglesia, el Estado y el hogar, aun así pensamos que el sufragio universal nos liberará, convirtiéndonos en mejores ciudadanas, devotas y amas de casa, contando ahora con este nuevo fetiche al cual podemos adorar con la misma efervescencia que los anteriores. ¿Acaso el voto nos liberará de las sogas que nos atan si este solo sirve para esclavizar a las personas?
La demanda femenina a favor de la igualdad en el sufragio se basa en la igualdad de derechos en todos los aspectos de la sociedad, pero ¿es el sufragio un derecho? Cómo podemos ser tan ignorantes para ver como derecho en lo que es una imposición en donde le damos el poder a unos cuantos para que organicen y decidan por nosotras/os. La única recompensa que hemos recibido son estrictas leyes laborales, prohibiendo el derecho al boicot y al piquete, de hecho, a cualquier cosa, salvo el derecho a que se nos robe el fruto de nuestro trabajo. Emma dice que está demostrado históricamente como el sistema de sufragio es un fracaso, ¿Qué nos hace pensar que la mujer llegará a cambiar esta realidad? El voto no cambia en nada los pesares en que las mujeres están sometidas, su libertad no llegará desde las urnas de votación, sino que esto requiere cambios más profundos en la estructura social y económica.
De hecho, por estos pensamientos, Emma Goldman fue considerada por las demás sufragistas como “enemiga de la mujer” obviamente sin tomar en consideración las críticas que ella fundamenta contra el sistema de sufragio y la democracia representativa.
La Hipocresía del Puritanismo.
Señala que el puritanismo ha reprimido las expresiones artísticas y culturales de la vida que se manifiestan en continuo movimiento, imponiendo una concepción fija e inamovible por mandato divino, influyendo en la moralidad pública, dictando los cánones de lo bueno y lo malo, lo sucio y lo puro, lo sutil y lo burdo. Se puede ver como el puritanismo se instala como sistema de represión ante nuestro cuerpo y nuestros impulsos.
El puritanismo ha pervertido la persecución del cuerpo humano y la sexualidad, particularmente con respecto a la mujer, la ha condenado al celibato o a la procreación indiscriminada o a la prostitución, todos caminos equívocos por falta de conocimiento o represión de nuestra sexualidad.
Los Aspectos Sociales del Control de Natalidad.
Emma sostiene que el capitalismo se opone al control de la natalidad ya que su mantenimiento y evidente crecimiento se debe justamente al crecimiento indiscriminado de la masa humana superflua, denominada por los economistas y políticos burgueses como margen obrero.
La necesidad del control de la natalidad se basa en el ritmo de vida agotador y desgastante del capitalismo junto con la reproducción indiscriminada de resultados de descendencia poco saludable, esto se basa en el incremento de niños/as lisiados/as, sordomudos/as y ciegos/as. Por otra parte, el crecimiento de la pobreza, hacinamiento y malas formas de vida.
Dice que el control de la natalidad también es necesario por el desgaste que trae al cuerpo de la mujer parir una y otra vez. En tiempos de despertar mental, se están dando cuenta de que ellas sí pueden elegir cuántos hijos/as tener, conocer su cuerpo y saber que entre un parto y otro debe esperar entre tres a cinco años para su recuperación mental y física y también para una mejor dedicación y crianza de las y los recién nacidos/as. Una familia numerosa es insostenible tanto en lo económico, como en lo funcional y hasta en lo social. Es por estas mismas razones que no solo las mujeres están a favor del control de natalidad, los hombres también ya que una familia numerosa paraliza a las y los trabajadores/as en la fábrica sin ganas de luchar por mejores condiciones laborales y también hay quienes piensan en la sobrecarga de trabajo que demanda la familia numerosa a la mujer, quitándole su vitalidad y poder fomentar una relación más equitativa.
Anarquismo, lo que Realmente Significa.
Emma define al anarquismo como la filosofía de un nuevo orden social basado en la libertad sin restricciones de leyes artificiales, rechazando todas las formas de gobierno ya que son violentas y peligrosas.
Analiza el extraño fenómeno de rechazo hacia el anarquismo y se refiere a dos razones: la primera, es que es considerado un impracticable aunque bello ideal; y la segunda, porque conlleva violencia y destrucción. Emma cree que la masa ignorante realiza sus juicios no a partir del conocimiento sino de habladurías o falsas interpretaciones.
Para comprender mejor el anarquismo nos invita a analizar la historia del desarrollo humano, donde se puede ver dos elementos en encarnizado enfrentamiento y que sólo en los últimos tiempos comienzan a ser comprendidos en relación y armonía: los instintos individuales y sociales; uno, el más potente factor para la iniciativa individual, para el crecimiento, la aspiración y autorrealización; el otro, igualmente un potente factor para el apoyo mutuo y el bienestar social.
El individuo y su entorno, el ser humano primitivo incapaz de comprender su ser y mucho menos la unidad de toda la vida se sentía dependiente de las ciegas y ocultas fuerzas de su entorno. A partir de esta actitud, surgieron los primeros conceptos religiosos del ser humano como una mera partícula de polvo, dependiente de los supremos poderes provenientes de lo alto, quienes sólo pueden ser aplacados mediante la completa sumisión y esto se repite en la relación entre la persona y dios, el Estado y la sociedad. Una y otra vez, la persona no es nada, los poderes supremos lo son todo.
El anarquismo es la única filosofía que brinda al ser humano conciencia de sí mismo, la cual mantiene que dios, el Estado y la sociedad no existen, que sus promesas son nulas y están vacías, en tanto sólo pueden ser alcanzadas plenamente a través de la subordinación de las personas.
El anarquismo es el gran libertador de la humanidad frente a las cadenas que la mantienen sometida, la liberación de la mente humana de la dominación de la religión; la liberación del cuerpo humano de la dominación de la propiedad; la liberación de las trabas y restricciones del gobierno; es lo que modera estas dos fuerzas para una armonía individual y social, declarando la guerra a toda fuerza de poder ya que su objetivo es la más libre expresión de todas las fuerzas latentes en el individuo.
El anarquismo representa un orden social basado en la libre agrupación de individuos con el objetivo de producir verdadera riqueza social; un orden que garantizara a cada ser humano el libre acceso a la tierra y el pleno goce de las necesidades de la vida, de acuerdo con los individuales deseos, gustos e inclinaciones.