Subterra de Baldomero Lillo

Cada uno de los cuentos de Subterra presenta de manera descarnada y sencilla algún ámbito de la cultura minera de finales del siglo XIX, tales como el pronto ingreso de niños al mundo del trabajo, la fragilidad de las medidas de seguridad, el trato déspota de capataces e ingenieros hacia los obreros y sus familias, entre muchos otros elementos que forjaron en el pueblo de Lota (y sus alrededores) gran conciencia de clase y organización.

«Sino fuera usted una pobre vieja ahora mismo la hacía desocupar el cuarto, arrojándola a la calle. Y esto, en conciencia, sería lo justo, pues usted lo sabe muy bien abuela, que comprar algo fuera del despacho es un robo que se hace a la Compañía. Por ahora y por ser la primera vez la perdono, pero para otra ocasión cumpliré estrictamente con mi deber. Quédese con Dios y pídale que le perdone este pecado tan deshonroso para sus canas».

Estas palabras son parte del discurso disciplinario que un capaz de las minas de carbón de Lota a finales del siglo XIX le refregaba en a cara a una abuela que había ido a comprar alimentos a una tienda que no era propiedad de la misma compañía minera o “pulpería” como se llamaban en esos años.

Este extracto corresponde al cuento «El Registro» incluido junto a otros relatos en el libro «Subterra», publicado en 1904 por Baldomero Lillo (1867 – 1923). Cada uno de los cuentos de Subterra presenta de manera descarnada y sencilla algún ámbito de la cultura minera de finales del siglo XIX, tales como el pronto ingreso de niños al mundo del trabajo, la fragilidad de las medidas de seguridad, el trato déspota de capataces e ingenieros hacia los obreros y sus familias, entre muchos otros elementos que forjaron en el pueblo de Lota (y sus alrededores) gran conciencia de clase y organización hasta el cierre final de las minas carboníferas en abril de 1997.

Sin duda la obra literaria de Baldomero no sólo funda el denominado “realismo social” en la literatura chilena, constituyendo un aporte cultural que le valió de manera póstuma, el Premio Nacional de Literatura en 1947. También ayudó a visibilizar injusticias y desigualdades de nuestra sociedad que si bien han mutado mucho en su forma, aún siguen presentes en distintos ámbitos de la vida social tales como el nivel de endeudamiento, la informalidad laboral o las falencias en la previsión y seguridad social.

Te invitamos a leer este excelente libro.

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