Niños Extremistas de Gonzalo Ortiz

La ciudad de Penco durante la década de los ’90, es el ambiente propicio para que tres amigos de infancia se reencuentren después de ocho años y sientan en carne propia los desaires de la transición a la democracia, las desigualdades económicas y la alegría que nunca llegó.

Novela publicada por Sangría Editorial (https://sangriaeditora.com/)

“Niños Extremistas” es una entretenida y dinámica novela escrita por Gonzalo Ortiz en el año 2013 y que se desarrolla en la ciudad de Penco en la década de los ’90.

Penco es una pequeña ciudad de origen industrial que se ubica al costado norte de Concepción. De hecho, es el lugar dónde Pedro de Valdivia fundó Concepción en 1550, aunque prontamente, trasladaron la ciudad 30 Km al sur (por eso a las y los oriundos/as de Concepción se les dice “penquistas”).

Penco tuvo su momento de auge económico durante gran parte del siglo XX gracias a la fábrica de loza llamada inicialmente Lozapenco y posteriormente Fanaloza. También a la fábrica de vidrios Liquen y al puerto del mismo nombre. Este ambiente industrial y mercante es el ambiente propicio para que tres amigos de infancia se reencuentren después de ocho años y sientan en carne propia los desaires de la transición a la democracia, las desigualdades económicas y la alegría que nunca llegó.

En medio del calor del verano y la brisa del mar, estos tres amigos veían como los camiones forestales se llevaban la madera de la zona para enriquecer a algún empresario que ni siquiera conocía la región, como las fábricas reducían su personal, al mismo tiempo que las personas se creían el reciente cuento de que Chile era el “jaguar de Latinoamérica”, mientras hasta el estadio municipal se deterioraba frente a sus ojos.

Frente a este estremecedor panorama, en medio de cervezas, pipeño y punk rock, Ángelo, Jim y el videísta deciden dinamitar la torre de alta tensión, asaltar el banco de la plaza y ametrallar la comisaría del pueblo. Nunca pensaron en desencadenar una revolución con sus acciones, sino solo en evitar que el nuevo orden mundial le quitara completamente el sentido a la vida. Estos tres amigos lejos de querer cambiarlo todo, intentaron que el mundo no los cambiara a ellos y más allá de lo espectacular de sus acciones, la novela nos habla de la cotidianeidad de las y los jóvenes proletarios del país más desigual de Latinoamérica.

Sin duda una recomendable novela que nos trae la nostalgia de aquellos tiempos en que se traficaba la música en cassette y el punk fluía libremente entre Penco, Tomé, Concepción, “Kkhuano” e incluso Chiguayante. Una novela bien situada que nos cuestiona legítimamente sobre cómo vivimos y cómo nos gustaría vivir realmente.

No faltan las ganas de contarles a los tres protagonistas de esta novela, que aproximadamente diez años después de sus hazañas, otros “Niños Extremistas” se tomarían la abandonada estación de trenes de Penco, convirtiéndola en el Centro Social Okupado Claudia López y dando vida a uno de los capítulos más intensos del anarquismo reciente en la región chilena.

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