El Último Apaga la Luz de Nicanor Parra

Parra no buscaba embellecer la realidad, sino desnudarla, ridiculizarla y, muchas veces, exponer su lado más contradictorio y absurdo.

La obra de Nicanor Parra (1914–2018) marca un punto de quiebre en la poesía hispanoamericana del siglo XX. Conocido como el creador de la antipoesía, Parra revolucionó el lenguaje lírico al oponerse a la solemnidad y al hermetismo de la poesía tradicional. Su estilo directo, irónico y profundamente crítico rompió con los moldes establecidos por poetas como Pablo Neruda, a quien admiraba pero también desafiaba.

Desde su libro «Poemas y Antipoemas» (1954), Parra inició una nueva manera de entender el acto poético: el poeta ya no se presentaba como un iluminado, sino como un ciudadano común, que hablaba desde la calle, desde el absurdo, desde el desencanto. Su lenguaje es coloquial, cargado de humor negro, referencias populares y una visión profundamente escéptica del mundo moderno. Parra no buscaba embellecer la realidad, sino desnudarla, ridiculizarla y, muchas veces, exponer su lado más contradictorio y absurdo.

Su obra ha sido influyente y polémica, celebrada por muchos/as e incomprendida por otros/as, pero indudablemente abrió nuevas posibilidades expresivas para generaciones posteriores. Con Nicanor Parra, la poesía bajó del pedestal, se volvió cotidiana, crítica y más cercana al lector común. Su legado es un llamado a pensar, reír y dudar, todo al mismo tiempo.

El Último Apaga la Luz” es una amplia y cuidada selección de la obra uno de los mejores poetas de occidente. El libro abarca desde el inaugural “Poemas y Antipoemas” (que se incluye íntegro) hasta los “Discursos de Sobremesa”, pasando por “Canciones Rusas”, “Sermones y Prédicas del Cristo de Elqui”, “Lear, Rey & Mendigo” y “Hojas de Parra” (que por su centralidad en el proyecto antipoético también se incluye entero), más algunos poemas dispersos como Quédate con tu Borges o El rap de la Sagrada Familia.

Seleccionados por Matías Rivas, los poemas que conforman esta obra selecta están pensados como el legado esencial de Nicanor Parra, una gran puerta de entrada para quienes no conozcan cabalmente la antipoesía y, a la vez, la mejor síntesis para quienes ya la admiran, la estudian o, simplemente, la leen con renovada pasión.

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