Técnicas Participativas para la Educación Popular
Manual para la realización de dinámicas participativas, para mejorar metodológicamente las acciones pedagógicas transformadoras.
La educación libertaria es parte de las propuestas políticas y metodológicas que el anarquismo ha desarrollado para hacer frente a las desigualdades del sistema capitalista, es una “pedagogía del oprimido/a, aquella que debe ser elaborada con él y no para él, en tanto personas o pueblos en la lucha permanente de recuperación de su humanidad. Pedagogía que haga de la opresión y sus causas, el objeto de reflexión de las y los oprimidos/as, de lo que resultará el compromiso necesario para su lucha por la liberación”[1]. Es decir, consiste en procesos pedagógicos que buscan desarrollar al máximo las habilidades, conocimientos y actitudes que permitan a las personas conquistar su libertad.
Desde nuestra perspectiva, no reconocemos grandes diferencias entre la denominada educación popular de origen Freiriano y las corrientes de educación libertaria, originadas al interior del movimiento anarquista. Más aún, al analizar distintas experiencias históricas de educación liberadora, vemos la complementariedad de las propuestas y la riqueza de sus matices.
El elemento fundamental de un proceso pedagógico de carácter popular o libertario es que a través de la educación se generan cambios individuales y colectivos que permiten transformar la realidad inmediata de quienes participan de dichos procesos y con ello, contribuir a una transformación social mayor. Autogestionar procesos educativos conlleva cambiar a las personas a través de los aprendizajes que logran en dicho proceso, así como también, consiste en tensionar la actual sociedad, generando relaciones sociales horizontales, levantando instancias organizativas autónomas, rescatando conocimientos cuestionadores y valorando identidades colectivas.
A través de la propuesta metodológica de la educación libertaria se busca la participación activa de quienes aprenden, para lo cual, se puede utilizar diversas estrategias y dinámicas didácticas. Una de las instancias pedagógicas más utilizada desde esta perspectiva, es la realización de “talleres”, los que explícitamente están enfocados en un ámbito específico del conocimiento o la realidad, por ejemplo, taller de matemáticas, taller de cocina, taller de carpintería, etc. Lo importante es que si se trata de un “taller”, el protagonismo de la acción pedagógica se distribuye entre las y los participantes, es decir, un taller es preferentemente un acto colectivo, en el que se desarrollan distintas actividades teóricas y prácticas para el logro progresivo de aprendizajes. En palabras sencillas, las y los participantes de un taller aprenden, preferentemente, “haciendo cosas” e interactuando entre sí.
Cada taller puede tener estrategias metodológicas propias de acuerdo a sus objetivos particulares. Algunos podrán consistir en la confección manual de algún producto, mientras otros podrán implementar complejos proyectos de investigación, entre muchas otras opciones. Si bien en algunos talleres se privilegia el trabajo individual de cada participante y en otros el trabajo colectivo, la idea es que cada asistente vaya progresivamente tomando conciencia, decisiones y compromisos sobre los aprendizajes que desea desarrollar, lo que incluye no sólo elementos académicos sino también aspectos socioafectivos y de relación con los demás. Querer estar voluntariamente en un taller, parece ser un elemento central inherente a esta metodología. En este contexto, nos parece importante difundir esté excelente manual para la realización de dinámicas participativas pensadas especialmente para la educación popular, de forma tal de ir profundizando el metodológicamente las acciones pedagógicas que estemos desarrollando. Porque necesitamos formarnos y desarrollar al máximo nuestras capacidades para poder transformar este mundo.
[1] Freire, Paulo, “Pedagogía del Oprimido”, Ed. Siglo XXI, Buenos Aires, 1972, Pág. 26.