Bello Barrio de Mauricio Redolés
El barrio es el lugar dónde vivimos, pero dónde también viven otros y otras. Un lugar que genera identidad y sentido de pertenencia. “Ven a vivir esta fragilidad peligrosa de corromperse”.
El barrio es el lugar dónde vivimos, pero dónde también viven otros y otras. Un espacio dónde se agrupan personas distintas, pero con similares características sociales, culturales, políticas y económicas. Un lugar que genera identidad y sentido de pertenencia, que nos permite identificar claramente quiénes son o no son de cada barrio específicamente. Quizás por eso el poema de Mauricio Redolés “Bello Bario” que fue incorporado como el track final de su primer disco que lleva el mismo nombre, logra generar esa acogedora sensación de que habla de un lugar conocido y hermoso que nos pertenece o más bien, del que somos parte.
Mauricio Redolés es poeta y músico multifacético, que mezcla diferentes estilos musicales con la poesía en cada uno de sus nueve discos. Originario de la comuna de Quinta Normal, después del golpe de Estado de Pinochet fue detenido, torturado y exiliado durante diez años en Europa, tras lo cual logró regresar a Chile para continuar su imparable trabajo artístico que ha sido reconocido con dos Premios Altazor, los años 2009 y 2014.
A continuación, te presentamos el poema Bello Barrio en formato de texto y también como audio, para que lo disfrutes y logres identificar a tu propio barrio en sus versos.
Bello Barrio
Mauricio Redolés – 1987
Descubrí un bello barrio en Santiago de Chile.
Es un barrio en que los camaradas no han desaparecido aún
y los bares son color anilina que puede leerse al revés igual.
Descubrí un bello barrio de luces antiguas y gente amable,
las mujeres son bellas ánimas, aún más que una madre
atraviesan las calles en aeroplanos.
Y hay avisos, y hay avisos y hay avisos
hay avisos antiguos envueltos en gazas y paños sencillos.
Y el Blue aún vive en la sangre y aún no llega la hora de los asesinatos.
Es más aún, la banda de asesinos todavía es tramitada en las fronteras del polo sur.
Descubrí un bello y frágil barrio al suroeste de Santiago de Chile.
Su belleza es tal que aún mi hermano tiene el rostro recompuesto
antes de la fiebre verde y los fierrazos.
Es bello, porque parece ser Londres 1956 por Bethnal Green,
o Buenos Aires 1950 con equipos de fútbol, y barras denigrantes
y Gato Barbieries chico y olor a chocolate y naranjas.
Hay arreglos de guitarra imaginativos,
y tengo amores con una muchacha que es casi de este barrio.
Hay la alegría de esa utopía que nos negó este siglo.
Ven a vivir esta fragilidad peligrosa de corromperse.
Aquí nadie discrimina a los negros porque todos somos negros.
Aquí nadie discrimina a los obreros porque todos somos obreros.
Aquí nadie discrimina a las mujeres porque todos somos mujeres.
Aquí nadie discrimina a los chicanos porque todos somos chicanos.
Aquí nadie discrimina a los comunistas porque todos somos comunistas.
Aquí nadie discrimina a los chilenos porque todos somos chilenos.
Aquí nadie discrimina a los cabros chicos porque todos somos cabros chicos.
Aquí nadie discrimina a los rockeros porque todos somos rockeros.
Aquí nadie discrimina a los punkys porque todos somos punkys.
Aquí nadie discrimina a los mapuches porque todos somos mapuches.
Aquí nadie discrimina a los hindúes porque todos somos hindúes.
Ven a vivir esta fragilidad peligrosa de corromperse.
Bello barrio bello barrio bello barrio bello,
en que los cines dan las películas del guatón Ruiz
y la música de Los Jaivas no ha sido destruida a hachazos.
Bello barrio con B larga y A corta,
en que el proyecto cultural no ha sido culeado
ni tampoco nos borraron los murales que anuncian
la venida del afamado grupo chicano de rock “Los Lobos”,
y la emigración de viejos chipriotas y hermanas negras
traen la comida y la música que nadie les pisoteará.
Porque aquí nadie discrimina a los chipriotas porque todos somos chipriotas.
Y en donde tú vas con tu sueño y la ternura viva en los labios.
Porque aquí nadie discrimina a los que van con su sueño y su ternura viva en los labios.
Bello barrio,
en que los dinamitados aún tienen los dedos pegados a las manos
y el páncreas dentro de su cuerpo.
Y van por ahí tranquilos, más tranquilos que son esos.
Barrio donde existen horas que después no fueran necesarias.
Barrio de lluvia y gotas con estufas,
y hay una sinceridad de panadería que me pone nostálgico y sureño.
Y la guerra no está ni en las historietas del quiosco
Porque en esas historietas vienen solo colores y gritos de gozo.
Iba un hombre mitad pez y mitad hombre
y todos lo quieren y le preguntan: «¿Cuál es tu nombre amigo?»,
y el ríe con sus ojos anaranjados de pez.
Barrio donde ese loco de Miraflores y Merced salió hace cincuenta siglos,
la mañana en que el tiempo ajeno fue el tiempo.
Ven a vivir esta fragilidad peligrosa de corromperse.
Barrio con cuadernos de hojas verdes y gruesas
donde el lápiz conversa con el cuaderno al escribir y son amigos.
Barrio donde Soledad Fariña pinta su primer libro.
Barrio donde Tellier organiza un primer tucaneo.
Descubrí un bello barrio en que el oxígeno es bello,
y puedo llorar cuando escribo.
Descubrí un bello barrio donde nadie discrimina a los allanados
porque todos nos hemos hallado.
Ven a vivir esta fragilidad peligrosa de corromperse.
Barrio donde los misterios son misterios bellos y entretenidos.
Barrio donde las chimeneas echan oxígeno
y la gente puede perder un paraguas
pero nadie le devuelve una metralleta conchatumadre.
Barrio en que en la tele aun sale el Perro Olivares
y Cortázar y Arlen Siu y Víctor Jara y Roque Dalton y John Lennon.
Están posibles con la posibilidad que vivieron.
Barrio donde los accidentes son accidentales,
acá el presente no ha acontecido.
Es más aun,
las balas que desgarrarán los tiernos pezones de los desaparecidos
aún son plomo en lejanas minas de un continente no descubierto.
Ven a vivir esta fragilidad peligrosa de corromperse.
En donde las librerías de viejos están llenas de obras
que luego la memoria tendrá que someter a la fantasía.
Barrio en donde los poetas aun dialogan con la muerte de madrugada bebiendo pisco
y no se han enemistado con ella.
Acá el futuro se vive en su pasado,
noticias vulgares en radios vulgares.
Ven a vivir esta fragilidad peligrosa de corromperse.
Se llega por recorridos de micros inexistentes.
Se llega por calles subterráneas.
Ven a esta bella barriada a encender el ultimo fuego…
Amor.