Las Aventura de Pinocho de Carlo Collodi

Pinocho es una de las marionetas más famosas de la literatura y la cultura popular. Sin embargo, más allá de su adaptación al cine hecha por Disney, su obra original presenta una historia vertiginosa, dramática y a ratos cruda sobre la niñez en las clases populares.

Las películas de Disney tienen una maestría impresionante para distorsionar las obras originales y en el caso de Pinocho esto es muy evidente. La novela infantil “Las Aventuras de Pinocho”, escrita por Carlo Collodi en 1881 y publicada inicialmente como breves cuentos en el periódico italiano “Giornale per i bambini”, es mucho más vertiginosa, bastante más dramática, aleccionadora y con pasajes mucho más crudos que la película de 1940.

Todo comienza con un extraño pedazo de madera que habla y que lejos de asustar, entusiasma al viejo Geppeto para fabricar una marioneta con forma de niño. Esta marioneta bautizada como Pinocho, rápidamente comienza a mostrar amor por su creador, a quien llama cariñosamente como padre, así como deseos de conocer el mundo, jugar, holgazanear y evitar cualquier tipo de trabajo o estudio. En palabras simples, Pinocho es un niño distraído, vago y testarudo, que se deja embolinar por cualquiera que lo tiente con una promesa de relajo, dinero o diversión. Esto lo lleva a lastimosas travesuras que incluyen que un campesino lo haya amarrado y tratado como a un perro; o que un pescador casi lo fría en un sartén. En definitiva, Pinocho nos muestra la vulnerabilidad de las y los niños de sectores empobrecidos, a quienes la promesa de estudiar mucho para conseguir un trabajo que los acompañe toda la vida no les hace mucho sentido.

Es una obra infantil clásica, que sin duda vale la pena leer sin el prejuicio que generan los productos Disney, pues no solo encanta con su sencillez y velocidad mágica, sino que también permite mirar la vulnerabilidad de los supuestos básicos de la promesa de finales felices.

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